LA INVASIÓN

 

LA DECISIÓN DE ESTADOS UNIDOS DE INVADIR A GRANADA FUE ADOPTADA

POR REAGAN LA SEMANA ANTERIOR.

A LAS 05:40 HORAS (09:40 GMT) fuerzas del Ejército y de la Marina de Estados Unidos desembarcaron y atacaron por aire y tierra a la isla de Granada, en el Caribe oriental.

Las fuerzas del Ejército y de la Marina de Estados Unidos están integradas por el portaaviones “Independence”, que transporta 70 aviones a bordo, el portahelicópteros “Guam”, cinco navíos de escolta y una unidad naval anfibia de cinco navíos con 1800 marines a bordo.

La agresión imperialista se inició, según AFP, cuando entre 400 y 500 soldados yankis realizaron un desembarco helitransportado en el aeropuerto de Pearls, al noreste del país y simultáneamente entre 700 y 1000 marines fueron lanzados en paracaídas para tomar el aeropuerto en construcción en Point Salines, en el sudeste y muy próximo a Saint George´s, la capital granadina.

Otras informaciones cablegráficas señalan que 300 soldados provenientes de Barbados, Jamaica, Dominica, Antigua, Santa Lucía y San Vicente, utilizados como hoja de parra para santificar la agresión, fueron distribuidos en distintos lugares durante los ataques.

A las tropas de países del Caribe, participantes en el criminal, sorpresivo y alevoso ataque contra Granada, corresponden 120 hombres a Jamaica, 50 a Barbados y un total de 130 a los otros países de la región mencionados anteriormente. Estos efectivos, según AFP, representan entre el 50 y el 65 por ciento del conjunto de las fuerzas armadas de los seis países agresores del Caribe.

Inmediatamente después de conocida la muerte del líder granadino Maurice Bishop y varios de sus principales colaboradores, el Presidente norteamericano, Ronald Reagan, ordenó crear un “grupo de trabajo” encargado de conocer la situación en el país caribeño.

Al siguiente día (21 de octubre), las fuerzas invasoras yankis se dirigieron en zafarrancho de combate hacia Granada. Estas fuerzas se hallaban en ruta hacia el Líbano, cuando recibieron la orden de permanecer en las aguas próximas a la isla granadina.

Ese mismo día, una fuente del Pentágono declaró al diario The New York Times que la decisión de desviar esa fuerza no deberá “ser interpretada como un acto de provocación, sino como una señal al Gobierno de Granada de que estamos preocupados por la seguridad de los ciudadanos norteamericanos”. Y agregó que “no va a haber desembarcos ni nada parecido”.

El sábado se reunieron con carácter urgente los principales dirigentes gubernamentales de los países miembros del CARICOM, donde se comenzó a hablar sobre las sanciones que se adoptarían contra Granada. Entre las principales sanciones figuraban, según la AP, suspender a Granada en el CARICOM, interrumpir los contactos oficiales, retirarle beneficios comerciales regionales, cesar la emisión de divisas y suspender todas las comunicaciones aéreas y marítimas con la Isla.

Los doce países de habla inglesa en el Caribe y la colonia británica de las Bahamas - integrantes del CARICOM - no llegaron a un acuerdo sobre la intervención militar, ante la posición contraria de Guyana y Trinidad y Tobago. Belice y Bahamas también se opusieron a la intervención. Granada, miembro del CARICOM, fue excluida de esa reunión.

También la Organización de Estados del Caribe Oriental (OECO), que participó en la reunión como un subgrupo del CARICOM, votó en contra de las maquinaciones agresivas contra Granada, según Prensa Latina.

Por su parte la agencia EFE dice que la invasión fue aprobada el domingo 23, tras recibir el Presidente Reagan “una petición formal y urgente” de la OECO. La Primera Ministra de Dominica, Eugenia Charles, que flanqueaba a Reagan en el momento en que éste detallaba la criminal y cobarde agresión, confirmó que Estados Unidos actuó a petición de los países caribeños orientales. Sin embargo, fuentes del Departamento de Estado, dice un cable de AFP, declararon que la decisión de intervenir en Granada había sido tomada en Washington a mediados de la semana pasada.

En esos momentos - mediados de la semana pasada - se conocía de la muerte de Bishop y tres de sus ministros y del envío de las fuerzas de intervención hacia el Caribe oriental.

Agrega la AFP que toda la información de inteligencia necesaria había sido reunida para el viernes 21, pero la orden de desembarco fue detenida en espera del resultado de la reunión de jefes de Estado del CARICOM, que se dieron cita en Puerto España, Trinidad y Tobago, durante el fin de semana.

La administración yanki, decidida ya la invasión a Granada, involucró a varios de sus incondicionales en la región para proceder con el criminal, sorpresivo y alevoso ataque, pretextando además “restaurar la ley, el orden y las instituciones gubernamentales en la Isla de Granada” y “facilitar la protección y la evacuación de los ciudadanos norteamericanos”.

Las infames mentiras del Presidente norteamericano Ronald Reagan para invadir la pequeña Granada, se estrellan contra la realidad de la situación de los ciudadanos norteamericanos en la Isla, que en todo momento estuvieron fuera de peligro, según garantizó el Consejo Militar granadino a los diplomáticos de Estados Unidos,  Gran Bretaña y Canadá que, según AFP, enviaron a Reagan un telegrama urgiéndolo a “no tomar acción precipitada o provocadora en este momento” y expresando preocupación por la posibilidad de que sus hijos pudieran quedar expuestos a fuego cruzado entre los militares granadinos y las fuerzas de invasión.

Los invasores tropezaron con una admirable y tenaz resistencia por parte de los constructores y colaboradores cubanos (médicos, maestros y técnicos en diversas especialidades) y de los combatientes granadinos, según las informaciones.